Estudiantes de secundaria se manifestaron en Santiago e intentaron llegar al Ministerio de Educación, lo que provocó la intervención de la Policía, que utilizó gases lacrimógenos para dispersarlos.
La movilización, convocada por la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), pretendía pedir al Gobierno cambios de fondo en la educación básica, como el traspaso efectivo de la administración de los colegios desde los municipios al Estado.
Las autoridades habían autorizado un recorrido por la Alameda, la principal avenida de la capital chilena, pero los manifestantes trataron de modificar el itinerario para acercarse al Ministerio de Educación.
Unidades antidisturbios de Carabineros emplearon gases lacrimógenos y tanquetas de agua para dispersar a los jóvenes, que retrocedieron y se concentraron frente a la Universidad de Santiago.