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DODGERS REVIVE EN JUEGO DE 18 INNINGS

Fundidos pero extasiados, los Dodgers se marcharon a casa para dormir. Los Medias Rojas se fueron lamentándose por el juego que se le escapó de las manos. Un juego de locura e interminable, de 18 entradas que batió muchos records de Serie Mundial.

La cuenta fue de 23 jugadores por cada equipo, incluyendo nueve lanzadores. Dieciocho innings -cuatro más que los previos 662 partidos de la Serie Mundial.

Siete horas y 20 minutos de duración, para superar por 1 hora y 39 minutos el récord previo.

Walker Buehler hizo el primer lanzamiento a las 5.10 de la tarde. Max Muncy disparó su jonrón ante el pitcheo número 561, a las 12.30 de la madrugada, con casi todo el país durmiendo.

El vuelacercas de Muncy abrió la parte baja del 18vo inning y coronó el juego más largo en la historia del Clásico de Octubre. Los Ángeles venció en la madrugada del sábado por 3-2 a Boston para acercarse a 2-1 en la serie al mejor de siete.

“Levantas la vista y ves 18vo inning y es como Dios mío. No nos rendimos”, dijo Muncy.

Mientras los Dodgers abrazaban a Muncy en el plato, los Medias Rojas lamentaban haber dejado ir el triunfo.

En la décima tercera entrada, Boston estuvo muy cerca de asestar un golpe casi definitivo y ponerse 3-0 en la serie. Pero el tiro muy desviado del segunda base Ian Kinsler en un rodado con dos outs del cubano Yasiel Puig propició el empate de Los Ángeles en un encuentro que se prolongó durante siete horas y veinte minutos.

“Fue solo una mala noche”, dijo el manager de los Medias Rojas, Alex Cora. “Tuvimos algunas situaciones en las que pudimos haberlos rematado y no lo hicimos. Y al final pagamos el precio”.

Muncy conectó un jonrón al centro-izquierda ante Nathan Eovaldi (0-1) que hizo que los aficionados que seguían en el estadio saltasen de sus asientos. Un sonriente Muncy tiró su casco al aire mientras corría hacia la tercera base.

“Fue un juego increíble”, dijo Puig. “Estoy algo cansado. Pero estamos listo para volver mañana”. El cubano procedió a mirar su reloj y se corrigió: “Dentro de unas horas”, señaló.

Recordando el decisivo cuadrangular de Kirk Gibson en el primer juego de la Serie Mundial de 1988, Muncy estuvo a punto de cerrar el juego en la parte baja de la 15ta entrada. Pero su batazo a la derecha se fue a la zona de foul y terminó ponchado.

“Realmente pensé que lo tenía”, señaló Muncy. “Fue un poco una derrota en ese momento, pero fui capaz de regresar y tener otra oportunidad”.

El exigente duelo tuvo un poco de todo, incluyendo 18 lanzadores y 27 jugadores de campo. Nunca antes un partido de la Serie Mundial había superado los 14 innings.

“Era una victoria obligatoria para nosotros. Nuestros chicos perseveraron”, apuntó el manager de los Dodgers Dave Roberts.

Luego de que el novato de los Dodgers Walker Buehler deslumbrase con una labor de siete entradas en las que no permitió anotaciones, las cosas se pusieron interesantes.

Los Medias Rojas igualaron la pizarra a 1-1 en el octavo gracias a un jonrón de Jackie Bradley Jr. y tomaron la delantera en el 13er episodio.

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