El aspirante republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, pidió que se realice un examen “extremo” a migrantes que busquen ser admitidos en Estados Unidos y prometió reformar significativamente el proceso de selección de entrada al país y bloquear a quienes simpatizan con grupos extremistas y no abracen los valores estadounidenses.
“Aquellos que no creen en nuestra Constitución o quienes apoyan el fanatismo y el odio no serán admitidos para migrar a nuestro país”, dijo Trump en un discurso sobre política exterior en Youngstown, Ohio. “Sólo aquellos que esperemos que prosperen en nuestra nación, y que abracen una sociedad estadounidense tolerante, deben recibir visas”.
Las propuestas de Trump son la última versión de una política exterior que comenzó con un llamado sin precedentes a vetar temporalmente el ingreso de musulmanes al país, una prueba religiosa que fue criticada por ambos partidos al considerarla contraria al sentir estadounidense.
El candidato presidencial republicano ha hecho de las medidas de inmigración más estrictas una parte central de sus propuestas para derrotar al grupo extremista Estado Islámico, una batalla que según dijo es similar a la de la Guerra Fría contra el comunismo. Pidió a padres, maestros y otros a promover la “cultura estadounidense” y animar a la “asimilación”.
El discurso de Trump se produce durante un periodo de pruebas para su campaña presidencial. El magnate inmobiliario intenta fijar su mensaje y construir un caso consistente contra la demócrata Hillary Clinton, encendieron constantemente la carrera hacia la Casa Blanca con comentarios provocadores que han frustrado profundamente a muchos dentro de su propio partido.