Científicos de diversas universidades del mundo han descubierto una galaxia compuesta de materia oscura en su 99.99%.
Para determinar la cantidad de materia oscura de “Dragonfly 44”, nombre que le dieron a esta galaxia, los astrónomos utilizaron instrumentos para medir las velocidades de las estrellas por 33.5 horas durante un período de seis noches. “Los movimientos de las estrellas indican cuánta materia hay”, dice el profesor Pieter van Dokkum de la Universidad de Yale. “En Dragonfly las estrellas se mueven muy rápido. Así que había una gran discrepancia: usando el Observatorio Keck hemos encontrado muchas veces más masa indicada por los movimientos de las estrellas que por la masa en las estrellas mismas”, añade el científico.
La Dragonfly posee casi la misma masa que nuestra Vía Láctea, pero no está conformada por los mismos materiales, por eso es tan difícil de percibir, porque no tiene el suficiente número de estrellas que brillen que la haga perceptible. La Vía Láctea tiene más de un centenar de veces más estrellas que la Dragonfly 44.
Roberto Abraham, catedrático de la Universidad de Toronto y uno de los líderes de este proyecto comenta: “No tenemos ni idea de cómo se pudieron haber formado las galaxias del tipo de Dragonfly 44″. Los investigadores creen que el descubrimiento les permitirá investigar más a fondo tópicos relacionados con la antimateria y la energía oscura.
La galaxia se encuentra relativamente cerca, aproximadamente a 330 millones de años luz de la Tierra, y los astrólogos utilizaron los más potentes telescopios para encontrarla, el W. M. Keck Observatory y el Gemini North Telescope, ambos ubicados en Hawái, según reporta su estudio publicado en la revista “The Astrophysical Journal Letters”.