De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), aún cuando existe ayuda para evitar el suicidio, al menos ocho de cada 10 personas que cuentan sus intenciones de hacerlo a sus amigos o familiares lo cometen.
Por eso en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra este 10 de septiembre, la institución destacó que un suicida da muchas señales, empieza a planear su muerte arreglando sus asuntos o regalando sus pertenencias.
Mediante un video difundido en su cuenta de Twitter @Tu_IMSS, con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, subrayó que si las personas observan a alguien que presente esas señales, “es muy importante hacerle saber que cuenta con tu apoyo y que existe opciones de ayuda”.
Lo más importante, dijo, es la comunicación y hacerle sentir a la persona que no está sola. El sentirse acompañado y apoyado le permitirá enfrentar de forma diferente las cosas.
Por ello, es recomendable que acuda con su médico familiar y le comentar lo que sucede, puede ser de gran ayuda para ser enviado a tratamiento psicológico o psiquiátrico.
Sentir ansiedad o tristeza es normal, pero cuando una persona se siente así con frecuencia y llega a pensar en la muerte, existe el riesgo de un suicidio, señaló.
El primer paso para evitar este problema, es necesario eliminar mitos y prejuicios como: “la persona que habla de suicidarse, no lo hace, sólo quiere llamar la atención”, “la persona suicida tiene que sobreponerse, ‘echarle ganas’ y seguir adelante, “todos los suicidas son desequilibrados mentales”.
Sin embargo, la realidad es que cuando alguien habla sobre suicidarse, hay que tomarlo muy en serio, el sufrimiento emocional que tiene el suicida, no es voluntario, no es suficiente tener fuerza de voluntad para superarlo. Requiere atención de un profesional.
Algunos suicidas tienen un trastorno mental, como la depresión, pero sus capacidades mentales están íntegras, por lo que su enfermedad es tratable.
Cuando alguien habla de suicidarse o ya intentó hacerlo, es muy probable que tenga la misma idea o vuelva a intentarlo, por ello es aconsejable que reciba atención psiquiátrica o psicológica.
Cuando alguien piensa que la única salida a sus problemas es el suicidio, no desea morir sino dejar de sufrir. Es importante hacerle saber que existen otras opciones y que acudir al médico o psicólogo podría ser de gran ayuda.
Asimismo, la persona puede verse tranquila porque piensa que ya encontró la solución a sus problemas, pero en realidad está en mayor riesgo de atentar contra su vida.