En tan solo 50 años el hombre con sus actividades ha acelerado el calentamiento global que de manera natural debió haber tenido en un ciclo de 20 mil años, lo que demuestra que la actividad humana es un factor importante para este fenómeno.
El especialista del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia, Abdel Sifeddine, advirtió lo anterior al ofrecer la conferencia “La función del Atlántico tropical en la dinámica del clima: Un proyecto transcontinental”.
Durante su participación en la Casa de Francia, el investigador destacó que las investigaciones paleontólogas hechas a lo largo de las últimas décadas demuestran la serie de forzantes que pueden afectar el equilibro atmosférico, entre los que se encuentran las actividades humanas.
La visión paleontóloga, dijo, revela que la tierra cambia de clima cíclicamente cada 20 mil años debido a estos ciclos atmosféricos, dando lugar a periodos de calentamiento y periodos glaciares, de manera que es posible afirmar que la tierra ya pasó por un periodo “de mayor calentamiento” que el actual.
Sin embargo, aseguró que es inevitable afirmar que la actividad del hombre ha acelerado el proceso de acumulación del dióxido de carbono (CO2) y reducido un ciclo de 20 mil años en tan solo los últimos 50 años.
El cambio climático es un proceso natural que se genera por los cambios atmosféricos, pero también existe una participación antropogénica, de ahí que es necesaria la participación de diferentes disciplinas para entender qué pasa.
Por lo pronto es innegable que la acumulación y continuidad del CO2 estaba muy baja hasta hace un siglo, sin embargo en los últimos cinco lustros se ha pasado de 280 ppm a más de 300 ppm, lo que ha ocasionado el incremento de la temperatura en cerca de dos grados.
Explicó que si se toma en cuenta de que los mares y océanos son los responsables de un tercio de la temperatura del planeta, es de vital importancia hacer un seguimiento de las corrientes marinas, ya que a partir de ello se puede hacer un cálculo de cuál será el comportamiento climático.
De ahí que este año la atención se vierta sobre el Atlántico Tropical, ya que se acaba de vivir un fenómeno de El Niño intenso, de manera que los flujos del mar generarán este año un incremento de temperatura del lado del Atlántico y que derivarán en un mayor número de tormentas y ciclones de este lado del planeta.