Una pequeña ciudad en California, Estados Unidos, buscará acabar con el sexismo en sus escuelas con una polémica medida: implementar el más permisivo código de vestimenta en todo el país.
A partir del siguiente ciclo escolar, alumnas y alumnos en Alameda, a una hora de San Francisco, podrán entrar a las aulas con, prácticamente, cualquier tipo de ropa: desde blusas escotadas y minifaldas hasta gorras y pijama.
El nuevo reglamento es una oposición a las reglas tradicionales en las escuelas que prohíben mostrar “demasiada piel”, lo que afecta mayoritariamente a las niñas, pues envía el mensaje de que, por sus atuendos, ellas son “distractores” que impiden a los niños concentrarse en sus estudios.
De acuerdo con AP, la reforma escolar en Alameda, California, muestra un cambio generacional que estudiantes y maestros atribuyen a conversaciones más amplias sobre género derivadas del movimiento contra los abusos sexuales y una resurgencia nacional del activismo estudiantil.
El nuevo reglamento, aunque aprobado por la junta escolar, no ha estado exento de críticas.