DEPORTES

CRISTIANO CALIFICA A PORTUGAL

En un partido lleno de ocasiones y con un inicio de segunda mitad absolutamente loco Hungría y Portugal cerraron el Grupo F empatando a tres goles. Los magiares se adelantaron en tres ocasiones y tres veces igualó la selección lusa con un Cristiano Ronaldo en plan estelar.

Empezó fuerte la selección de Fernando Santos. Presión alta y balones directos tras recuperar el esférico buscando constantemente a Cristiano Ronaldo, Nani y João Mário. Los húngaros intentaban desquitarse y mantener la posesión pero los primeros minutos tuvieron color claramente ibérico.

Sin embargo, la primera dentellada la logró el combinado húngaro. Tras un despeje de Ricardo Carvalho después de un córner, Zoltán Gera controló el balón con el pecho y sin dejarlo caer conectó un zurdazo tan potente como preciso que se coló pegado al poste izquierdo de Rui Patrício.

Con el gol en contra la selección lusa se volcó todavía más al ataque. Adelantó sus líneas y desplegó más en ataque a sus laterales. Pero la presión que suponía la amenaza de la eliminación empezaba a notarse en los rostros y gestos de los futbolistas lusos. Pero antes del descanso los portugueses iban a recibir un valioso balón de oxígeno.

En el minuto 42 Cristiano Ronaldo vio el hueco para filtrar un balón entre las piernas de los defensores húngaros y su pasó encontró a Nani para que el jugador de origen caboverdiano definiera con un remate raso ante Gábor Király. Empate a uno, la resolución de la batalla se posponía al segundo periodo.

Y no tardó mucho en coger de nuevo color húngaro. En el minuto 47 una falta directa de Balázs Dzsudzsák pegó en la barrera lusa despistando totalmente a Rui Patrício y convirtiéndose en el 2-1 a favor de Hungría. Una alegría para los centroeuropeos que sólo duró tres minutos.

En el minuto 50, Ronaldo apareció en el área para con un taconazo espectacular poner el 2-2 en el marcador del Stade de Lyon. Detallazo de la estrella del Real Madrid para meter de nuevo a Portugal en la pelea tras un excelente centro de João Mário.

Pero el partido estaba loco y cinco minutos después Dzsudzsák apareció de nuevo para sacarse otro zapatazo que volvió a tocar en un jugador luso para poner el 3-2 desatando la locura de la afición húngara congregada en el Stade de Lyon. Resultado de nuevo efímero, ya que Ronaldo no se rendía y con un remate preciso de cabeza volvió a empatar el partido con el que era el cuarto tanto de la segunda parte con un cuarto de hora apenas jugado de reanudación.

Nadie dominaba el balón, el choque era un correcalles y en ese escenario acabó siendo Portugal la que más carne puso en el asador para llevarse la victoria. La recta final de choque tuvo control luso, pero con las pulsaciones algo más bajas y con un centro del campo más reforzado por parte lusa con Renato Sanchos y Danilo al lado de William Carvalho el partido murió con el 3-3 que clasificaba a ambas selecciones para octavos, Hungría como primera y Portugal como tercera tras la victoria de Islandia ante Austria.

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