China y Estados Unidos ratificaron el acuerdo de París que busca limitar las emisiones nocivas que producen el calentamiento global, un paso clave para que pueda entrar en vigencia el pacto climático antes de fin de año y que marca el camino para que otros países también concreten la iniciativa.
Los jefes de Estado de los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero hicieron su anuncio antes de un encuentro del Grupo de las 20 economías más grandes del mundo (G20), que se realizará el domingo y el lunes en la ciudad china de Hangzhou.
Pero el último viaje internacional previsto del presidente Barack Obama antes de dejar la presidencia de Estados Unidos comenzó de manera algo incómoda.
Poco después del aterrizaje del Air Force One, un funcionario de seguridad chino bloqueó el paso a la asesora estadunidense Susan Rice en la pista y le habló con rudeza, antes de que un agente del Servicio Secreto se parara entre ambos.
China ha trabajado intensamente para que la Cumbre del G20 del 4 y 5 de septiembre sea un éxito, con la esperanza de robustecer su posición como potencia global. Pero una serie de controvertidos temas diplomáticos podrían opacar la agenda.