Los meses de abril y mayo la administración pública de Venezuela sólo trabajará de lunes a jueves desde las siete de la mañana hasta la una de la tarde. El presidente Nicolás Maduro ha reducido aún más la jornada laboral debido a los duros efectos de la sequía, ocasionados por el fenómeno climático conocido como El Niño, y a los problemas para generar energía eléctrica.
Por lo que a partir de esta semana, los viernes serán días feriados de acuerdo con un decreto anunciado por el mandatario y aún pendiente de publicación en la Gaceta Oficial.
El Gobierno cree que esas medidas ayudarán a postergar el inminente colapso eléctrico mientras llega la temporada de lluvias en mayo. Ya en Semana Santa se habían suspendido las actividades con la idea de reducir el gasto de electricidad hasta en un 60%, pero la medida fracasó.
Y es que a principios de año el jefe de Estado venezolano ya había reducido el horario laboral de 40 a 36 horas para aprovechar la luz diurna, pero la medida no ha sido suficiente para disminuir el consumo.
La oposición ha criticado con dureza esta decisión por las consecuencias que un paro de esa naturaleza tendría en la productividad de un país acosado por la escasez. El gobernador del estado de Miranda y excandidato presidencial, Henrique Capriles, ha respondido a través de Twitter: “Maduro nunca ha trabajado, por tanto, le es normal decretar días no laborables. Hoy reitera su incapacidad para gobernar”.