TECNOLOGÍA

INTELIGENCIA ARTIFICIAL ¿REALIDAD O FICCIÓN?

Imaginemos charlar con una computadora y un ser humano, ambos aislados, y por medio de un micrófono preguntarles cuestiones complejas. Si no pudiéramos distinguir quién es el humano y cuál la máquina, en ese momento nos enfrentaríamos a una Inteligencia Artificial (IA).

Se trata de la prueba del algoritmo de Alan Turing (famoso matemático y creador de la primera computadora) que busca determinar cuándo una máquina puede considerarse con una verdadera IA, explicó Fabián Romo, especialista de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de la Información y Comunicación (DGTIC).

Sobre esta temática, añadió el entrevistado, tenemos varias tendencias hoy en día. Algunas personas comentan que la IA ya existe y se utiliza en varios de los servicios de información que hoy en día están disponibles.

Por ejemplo, Mark Zuckerberg, creador del facebook, refirió que existen recursos de este tipo, en donde se analiza la información de las redes sociales para determinar cuál es el mejor grupo de amigos, o la forma más rápida de llegar a casa, procesos que también usan Google maps e incluso el Waze.

Sin embargo, otros especialistas afirman que todavía no hemos llegado a ese concepto como tal. En este contexto, al día de hoy no se ha podido superar la prueba de Turing.

De acuerdo con Romo, un error que cometemos comúnmente es comparar la IA con la del hombre, porque somos completamente distintos. Por ello, una computadora nunca razonará igual que los seres humanos.

La diferencia estriba en que la tecnología de la IA basada en la computadora es en esencia muy diferente a cómo opera el cerebro humano”.

Por ejemplo, resaltó el experto, nuestro cerebro es profundamente redundante y todo el tiempo construye información a partir de pedazos mínimos.

En cambio, una computadora basa su operación en información de tipo lógica, (cierto o falso, código binario). Y por supuesto, su inteligencia radica en qué tan grande puede ser la información que puede analizar.

Un humano puede recitar el abecedario de memoria, pero no lo puede decir al revés. En cambio, una computadora no tiene problema con esa actividad.

Indiscutiblemente, resaltó Romo, los siguientes años veremos un mayor crecimiento, con algoritmos mucho más complejos y que potencialmente podrían reemplazar a los seres humanos en ciertas actividades de tipo rutinaria o análisis de información.

No obstante, esta situación no logrará cambiar o mejorar la parte creativa o inventiva del ser humano. Y cierto tipo de retos lo podrán hacer mejor los seres humanos durante mucho tiempo más.

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