El grupo musulmán suní de línea dura fue expulsado de Shirqat el jueves por fuerzas iraquíes respaldadas por Estados Unidos, por lo que militantes del grupo Estado Islámico (EI) ya no tienen el control de los pozos petroleros en Irak, dijo el miércoles el Ministerio del Petróleo.
Ahora, privado de ingresos petroleros, Estado Islámico tendrá que encontrar otras formas de financiamiento, como elevar los impuestos y multas en áreas que todavía están bajo su dominio, dijo el funcionario de seguridad Muthana Jbara.
Fuerzas iraquíes todavía deben recapturar el yacimiento Najma, cerca de Qayyara, pero sus pozos de producción ya no son accesibles para el grupo debido a la continua ofensiva del Gobierno y a ataques aéreos, según funcionarios petroleros y de seguridad.
Por su parte el presidente estadounidense, Barack Obama, autorizó el envío de “cerca de 600” soldados adicionales a Irak en apoyo a la ofensiva para recuperar Mosul, el último gran bastión del grupo Estado Islámico en el país, dijo el miércoles el secretario de Defensa, Ashton Carter.