Miles de nicaragüenses tomaron el sábado las calles de Managua en una nueva jornada de protestas en contra y a favor del gobierno de Daniel Ortega, luego de una violenta semana donde la fuerza pública, junto con paramilitares leales al mandatario izquierdista, retomó los últimos bastiones opositores.
Con el pendón blanquiazul y cánticos como “de que se van, se van”, miles de opositores marcharon por el sur de la capital contra el exguerrillero de 72 años, al que acusan de ordenar una brutal represión contra los manifestantes que ha dejado casi 300 muertos en tres meses de protestas.
En el centro de la capital, otros miles marcharon contra la oposición, a la que señalan de querer llevar adelante un golpe de Estado contra Ortega, quien enfrenta su peor crisis desde que retomó la presidencia en 2007.
Las manifestaciones contra el Gobierno de Ortega, quien cursa su tercer mandato consecutivo, comenzaron a mediados de abril como reacción a una reforma al sistema de seguridad social, pero se ampliaron tras la violenta represión.
Las protestas han golpeado la pequeña y otrora estable economía nicaragüense, donde comerciantes se han visto obligados a cerrar sus negocios y el turismo se ha reducido fuertemente.
Pese a los últimos reveses, los líderes de la resistencia a Ortega dijeron esta semana, desde la clandestinidad, que seguirán protestando y buscando más presión internacional para lograr su propósito de cambiar de gobierno.