Empresarios ganaderos dedicados a la crianza del toro de lidia y aficionados a la tauromaquia, realizaron un estudio que establece que un menor de edad que acude con sus padres a una corrida no está expuesto a volverse violento cuando sea grande.
El empresario Manuel Fernando Sescosse sostuvo que lo anterior está demostrado en un estudio efectuado por una especialista en psicología infantil que fue directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Diana Ponce.
Los resultados revelaron después de entrevistar a 400 personas padres e hijos, que “científicamente no existe ninguna evidencia que un niño expuesto a este espectáculo de chico, vaya hacer violento de grande”.
Recordó que uno de los puntos por los que se prohibió la fiesta brava en Coahuila fue una de las 78 recomendaciones que la ONU hizo en materia de derechos humanos para alejar a los niños de las corridas de toros porque podría volverlos violentos.