Estados Unidos ordenó esta semana cancelar o restringir notablemente las clases de inglés, los servicios legales y actividades recreativas como el fútbol para los menores indocumentados no acompañados que se encuentran detenidos bajo custodia federal en todo el país, debido a presiones fiscales.
La Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), que gestiona los centros para menores, confirmó este miércoles a Efe que ha empezado a retirar los fondos para esas actividades, debido a la “tremenda presión” que ejerce en su presupuesto el “drástico aumento” en la llegada de indocumentados a la frontera sur.
Esta semana, la ORR instruyó que se empiecen a reducir o cancelar los fondos para actividades de menores no acompañados que no sean estrictamente necesarias para la protección de la vida y la seguridad”, dijo a Efe una portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos -del que depende ORR-, Evelyn Stauffer.
Entre las actividades de las que se va a prescindir están los “servicios de educación, servicios legales y recreativos”, precisó Stauffer, lo que incluye las clases de inglés o matemáticas a las que accedían los niños y deportes como el fútbol.
La medida podría desafiar un acuerdo judicial federal que exige que los menores bajo custodia federal tengan acceso a educación y recreación, y HHS solo la ha confirmado después de que el diario The Washington Post accediera a documentos internos sobre el tema.
Este año, más de 40 mil 800 menores no acompañados han cruzado la frontera y han quedado bajo la custodia de la ORR, lo que supone un aumento del 57 % respecto al año pasado y ha llevado a esa agencia a alertar de una crisis presupuestaria.