Un policía de Estados Unidos disparó con su pistola de electrochoque o ‘taser’ a una niña de once años, presuntamente, la menor se habría llevado algo de un supermercado.
Ante esto, la pequeña fue llevada a un hospital, dada de alta y entregada a un garante.
Por otro lado, la Policía decidió presentar cargos y acusó a la niña de robo y obstrucción a la justicia.
El encuentro ocurrió el lunes por la noche en un supermercado de la cadena Kroger en Cincinnati. La policía dice que el agente sospechó que la menor estaba usando una mochila para robar cuando se acercó a ella. Agregó que la niña se resistió y que trató de huir antes de que usaran el arma paralizante en su contra.
El alcalde, John Cranley, dijo que le pidió al fiscal que retirara los cargo, y las autoridades de la ciudad obedecieron.
El funcionario dijo el miércoles por la noche que haber sometido a una niña que “no representaba ningún peligro para la policía” fue un error.