Japón afronta un nuevo problema a causa de la crisis nuclear desatada por el terremoto de 2011. A casi seis años de la tragedia, las complicaciones en la siniestrada planta de Fukushima no paran.
La empresa responsable de la central, Tepco, informó que la radiación que emana del segundo reactor, el cual colapsó por el tsunami posterior al temblor, ha causado afectaciones a los robots que fueron desplegados para operar en el interior de la planta, a pesar de que están diseñados para esos propósitos.
Los niveles de radiación alcanzaron los 650 sieverts por hora (unidad que refleja la cantidad de radiación ionizante absorbida por la materia viva), superando en más de 60 veces el nivel letal para un ser humano, de acuerdo con Tepco.
Ante tal situación, el jefe de la unidad de desmantelamiento de Fukushima, Naohiro Masuda, llamó recientemente a los desarolladores de robots a implementar métodos más eficaces que permitan a las máquinas soportar las condiciones extremas que se registran en la central.
De acuerdo con cifras oficiales, alrededor de 544 toneladas de desechos nucleares se encuentran al interior de la planta y su limpieza total tomará entre 30 y 40 años, con un costo de 35 mil millones de dólares.