De acuerdo a un informe de 884 páginas sobre la investigación, sacerdotes católicos del estado de Pensilvania (Estados Unidos) emplearon rituales religiosos, símbolos de la fe y la amenaza de una eternidad en el infierno para tocar, abusar y violar a menores.
Los “sacerdotes pedófilos” emplearon la propia fe de las víctimas y su confianza en ellos como líderes religiosos para abusar de ellos y silenciarlos.
Precisa la investigación que un cura ató a una de sus víctimas con cuerda dentro un confesionario en “una posición de oración”, escribió el jurado investigador. Cuando el menor se negó a mantener relaciones sexuales, el enojado sacerdote empleó un crucifijo de 18 centímetros para agredirlo sexualmente, agregó.
Otra víctima contó como un religioso usó una cruz de metal para golpearlo.
En la rectoría de una parroquia, cuatro curas hicieron que un chico se desnudase y posara como Jesucristo en la cruz mientras le tomaban fotos, apuntó el reporte.