Un avión de reconocimiento ruso fue derribado por un misil sirio sobre el mar Mediterráneo, matando a los 15 militares que iban a bordo, denunció ayer el Ministerio de Defensa de Rusia.
Moscú culpó a Israel del siniestro, señalando que el avión se vio atrapado en el fuego cruzado cuando cuatro cazas israelíes atacaban objetivos en el norte de Siria.
El avión de reconocimiento Il-20 fue alcanzado a 35 kilómetros de la costa, cuando regresaba a su base, explicó el ejército ruso.
“Los pilotos israelíes estaban utilizando el avión ruso como escudo y lo empujaron a la línea de fuego de las defensas sirias”, apuntó el vocero del Ministerio de Defensa ruso, el mayor general Igor Konashenkov, en un comunicado.
Agregó que Israel no advirtió de su operación sobre la provincia de Latakia hasta un minuto antes del ataque, por lo que la aeronave rusa no tuvo tiempo de escapar.
El ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, llamó por teléfono a su homólogo israelí, Avigdor Lieberman, para decirle que Israel es “totalmente culpable” de las muertes y advirtió que su gobierno se reserva el derecho de dar una respuesta.
Por su parte, el gobierno de Israel confirmó haber atacado una instalación militar siria en Latakia, desde donde sistemas de armas “estaban a punto de ser transferidos por Irán” al movimiento chiita libanés Hezbolá.
También expresó su “tristeza” por la muerte de rusos, pero insistió en que fueron “los imprecisos misiles antiaéreos sirios disparados” los que “derribaron el avión ruso”.
El avión ruso que fue derribado no estaba en el área de operaciones” y “cuando los militares sirios lanzaron los misiles que alcanzaron el aparato ruso, los cazas ya estaban en el espacio aéreo de Israel”, indica el comunicado.
