El presidente Donald Trump firmó dos órdenes ejecutivas para iniciar el proceso de revocación de parte de la reforma financiera impulsada tras la crisis de 2008 por su predecesor Barack Obama.
La ley Dodd-Frank, aprobada en 2010, tiene como objetivo elevar la regulación y la supervisión sobre las grandes entidades financieras y evitar la toma de riesgos que derivaron en la crisis que estalló en 2008, la más profunda que ha vivido EU en ocho décadas.
Tenemos una necesidad desesperada para reformar cómo nos enfrentamos a la regulación financiera (…). La ley Dodd-Frank es una política desastrosa que está entorpeciendo los mercados y reduciendo la disponibilidad de crédito”, aseguró el portavoz presidencial, Sean Spicer, en su rueda de prensa diaria.
Trump rubricó los decretos en el despacho oval después de sostener un encuentro con destacados líderes empresariales como el consejero delegado de JP Morgan, Jamie Dimon; la consejera de General Motors, Mary Barra; y el consejero de General Electric, Jack Welch, entre otros.
Al comienzo de la reunión, el presidente estadunidense criticó que “hay mucha gente, amigos míos, que tienen buenos negocios y no pueden pedir dinero prestado debido a las normas y regulaciones de Dodd-Frank”.