Desde ahora solo quien envía un mensaje -ya sea texto, voz, foto o video- y quien lo recibe podrán acceder a ellos. Así lo informó WhatsApp, el sistema de mensajería instantánea que implementó una encriptación para todas las comunicaciones de su red de mil millones de usuarios en todo el mundo. La noticia fue difundida ayer por la revista estadounidense Wired y la propia aplicación envió un mensaje a los usuarios que han descargado la última actualización.
La protección “con cifrado de extremo a extremo” protege todas las comunicaciones de las escuchas casuales, a la vez que bloquea a hackers y criminales, pero asimismo a los servicios policiales y de inteligencia, así como al propio WhatsApp.
Ni siquiera los ingenieros de la empresa podrán ver los mensajes o videos.
El anuncio podría incrementar las tensiones entre Washington y Silicon Valley sobre en qué medida las compañías tecnológicas ayudan u obstaculizan el acceso a los datos de sus equipos o redes a los servicios de seguridad. Una disputa entre Apple y las autoridades estadounidenses sobre el acceso a los datos encriptados de un iPhone, finalizó el mes pasado cuando el FBI recurrió a “una tercera parte” para desbloquear el aparato.
En esta ocasión, WhatsApp trabajó durante dos años para lograr la encriptación total de su red, lo que la hace invisible incluso a los ingenieros que trabajan en la compañía.
